Nuestra esperanza nace en Navidad

Los iconos y símbolos son para hacer presente algo o a alguien. Celebrar la Navidad es algo tan fácil como agradecer a Dios, en alabanza y adoración, por haberse hecho pequeño sin dejar de ser ‘El eterno’.

Este gran misterio que Dios concibió necesario para nosotros -podía haberlo realizado de otra manera- lo materializó en y con María hace ya unos años. Es lo que ahora nosotros representamos al poner el Belén en nuestras casas, a través del icono visual que representa el nacimiento: José, María, el Niño, el buey y la mula y todo el escenario… hacemos presente algo que no podemos representar visualmente: que nuestra Esperanza nace en Navidad.

Colocar la Belén delante de nuestros ojos nos ayudará a agradecer a Dios, en alabanza y adoración, por haberse hecho pequeño sin dejar de ser El eterno.

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