Segú la autora de iconos, María Cecilia Mascarenhas de Boschkowitsch, el Icono es un símbolo porque el símbolo es en sí mismo la presencia de lo que simboliza y es la presencia del representado. El Icono es «Teología en Color.» La Iglesia define teológicamente al Icono en función del «Dogma Trinitaria» y sobre todo permite entenderlo en función de la «Encarnación.»
El arte iconográfico
El icono no fue inventado por los artistas, surge del pueblo y se convierte en una «tradición de la iglesia» y una regla confirmada. La iglesia a través de sus clérigos vigila para que los iconógrafos se abstengan de fantasear y sigan la tradición; y realicen iconos dentro de los cánones establecidos.
En el icono, el detalle queda reducido al mínimo y la expresión es lo máximo. Con laconismo y sobriedad, el icono se corresponde con la «Escritura Sagrada» sólo muestra lo esencial. Se debe renunciar a la expresión naturalista del espacio y con la profundidad deben desaparecer las sombras.
Ven y Visítanos